A principios de noviembre tuvimos la oportunidad de visitar a las dos organizaciones con las que hemos estado trabajando durante este año. Nuestro objetivo ha sido acompañarlas en un proceso de transición importante: pasar de la reforestación basada en plantones a una forma de trabajo más cercana a la metodología que empleamos en Semillistas, centrada en la siembra directa de semillas.
Como cierre del proceso formativo, realizamos una visita a sus territorios para comprender mejor las condiciones de cada zona y así poder orientar de manera más precisa cómo adaptar la metodología a sus ecosistemas. Cada paisaje nos ofreció aprendizajes distintos y complementarios.
En Málaga recorrimos la Sierra de Mijas, tanto en su cara sur como en la norte. Se trata de una zona que ha sufrido incendios recientemente, pero que muestra una regeneración muy positiva. Allí conversamos sobre cómo diversificar especies, fortalecer el estrato arbóreo y ampliar el imaginario de posibilidades más allá del paradigma tradicional de plantar árboles, hacia una visión que incluye la siembra de semillas adaptadas al territorio.
El paisaje de Elche nos mostró una realidad muy diferente. Nos encontramos con un ecosistema semiárido que en muchos aspectos roza lo árido, donde la lluvia es escasa y altamente irregular. Allí, la muerte masiva de pinos fruto de la sequía ha transformado el territorio en una maquia arbustiva muy viva, pero marcada por la ausencia de arbolado. Analizamos cómo esos pinos secos, cuando caigan, generarán futuros nichos de regeneración y cómo integrar la siembra directa enfrentando desafíos como la fuerte presencia de conejo. También trabajamos en ampliar las posibilidades imaginadas y en replantear las prácticas habituales para adaptarlas a esta realidad climática tan exigente.
Seguiremos acompañando a estas dos organizaciones al menos durante un año más, y ojalá durante muchos más. La intención es apoyarles en la puesta en práctica de sus primeras siembras, facilitar el aprendizaje que surja de ellas y mejorar progresivamente para las campañas siguientes. Sabemos que cambiar el enfoque de la reforestación hacia la siembra directa es un proceso que requiere tiempo, cuidados y una guía cercana. No es un camino inmediato, pero sí un camino posible y transformador.
Ese es, precisamente, el trabajo que hacemos desde Semillistas: acompañar, compartir conocimientos y abrir nuevas formas de relacionarnos con la regeneración de nuestros paisajes.




