El pasado 21 y 22 de Mayo estuvimos en Pampaneira, celebrando el día de las abejas y el día de la biodiversidad. Hemos disfrutado poder conectar con tanta gente que inspiran, que ven la naturaleza como parte de nosotros y fundamental de proteger. Entre ellos, apicultores, campesinos, alcaldes, permaculturistas, agricultores, y ciudadanos preocupados y con esperanza ACTIVA y las ganas de aprender, proteger, y difundir.
La desaparición de los bosques conlleva a una disminución de biodiversidad y de los servicios ecosistémicos asociados, como el secuestro de dióxido de carbono por los árboles, la regulación del ciclo del agua, la regulación de plagas por enemigos naturales, el aporte de polinizadores a los cultivos, entre muchos otros.
Los insectos, las aves y los mamíferos que ayudan a mantener las poblaciones de plantas diversas y abundantes, pasan desapercibidos. Sin embargo, su contribución a la producción de alimentos en términos de cantidad, calidad y diversidad es incalculable, a través del acto de la polinización.
Una fuente esencial de servicios de polinización, los bosques albergan una variedad rica y compleja de sitios de anidación y alimentación, y su presencia es esencial para la supervivencia continua de una amplia gama de insectos valiosos y otros animales polinizadores. La estrecha relación dentro de este ecosistema muy unido significa que las perspectivas de supervivencia de ambas partes están entrelazadas: los polinizadores dependen de los bosques para su hogar y alimento, mientras que los propios bosques dependen de los servicios de los polinizadores para su regeneración natural y resiliencia a través de la diversidad genética.